No hay nada mejor para apreciar una buena etapa de una serie, como atravesar una etapa chunga, como la que vive en este momento Detective Comics. Parece que en este tema, por lo que he estado leyendo, no estoy en consonancia con el resto de los fans del murciélago, pero mi opinión es que esta etapa no vale nada. Dentro de unos años nadie se acordará de ella. El principio sí, fue bueno, pero más de 6 números con tramas autoconclusivas y sin chicha entre ellos, a mí ya no me gusta.
Si en la portada, en vez de 2008 pusiera 1983, no me cabraería, pero en un cuarto de siglo las cosas han cambiado un poco. Lo que valía entonces ya no vale ahora. Y lo que vale para una serie de dibujos, Sr. Dini, no vale para una serie de cómics.
Hacía tiempo, mucho tiempo, que no me aburría tanto leyendo esta serie. El último número "The Wonderland Gang" es otro ejercicio más de un caso que concluye en 22 páginas. En este caso el malo de turno es el Sombrerero Loco. Con una trama propia de los años 40, el villano y su séquito se dedican a realizar robos selectos, con un final de chiste propio de serie de dibujos de los sábados por la mañana. Señores Editores, si la serie va a bajar la edad de su público lector a niños de 11 años, digánlo claro y me borro mañana mismo.
En fin, que esta debacle argumental me ha llevado a leerme un añito de la serie que tenía pendiente. Son números inéditos en España y que no pude conseguir en su día por el cierre de Zinco. Los recuperé hace un tiempo para gozo mío, logrando así tener los últimos 16 años de la serie sin ningún hueco. Se trata, cómo no, de la etapa que protagonizaron Chuck Dixon y Graham Nolan.
Aunque Dixon estuvo algunos números antes de que llegara Nolan, y algunos números después (completando así casi 7 años al frente de la serie más longeva del murciélago), fueron el grueso de los números con Nolan los que lograron capturar la atención de todos. Los que conocemos su trabajo desde hace tantos años, sabemos que Dixon no es un Alan Moore, pero sabemos que siempre cumple. Yo le comparo con el Spielberg de Parque Jurásico. Un tipo que sabe como atraer la atención del espectador, que crea entretenimiento puro y duro, pero sin desmerecer para nada el guión (una muestra). Así, esos años estuvieron salpicados de historias que nunca nos defraudaban.
Si a eso le sumamos un dibujo tan detallado y espectacular como el de Nolan, tenemos el equipo perfecto. Siempre me ha extrañado que este nombre, Graham Nolan, sea tan poco conocido en el mundillo, pero es comprensible viendo su bibliografía. Y es que su trabajo más destacado fue lo que hizo con Batman, 52 números de Detective Comics (con un récord de 20 de ellos seguidos, a ver que dibujante de su nivel hace eso hoy día), e historias tan reseñables como "Joker: Abogado del Diablo" y los dos números de "La Venganza de Bane".
También es verdad que mucho de su trabajo se desarrolló entre crossovers. "La Caída del Murciélago", "Underworld", "Contagio" y "Legado" salpicaron todos esos años. Quizá, por eso, al estar su trabajo tan "mezclado" entre otros, no quedara suficiente constancia de la calidad del mismo. Además, este hecho, impidió a Dixon desarrollar una trama única en su serie. Pero eso da igual, sabemos que el bueno de Chuck, a diferencia de muchos, se mueve como pez en el agua en estas lides. Cumplía dentro de los crossovers y cumplía fuera.
La primera vez que me dí cuenta del potencial de la pareja fue con "La Venganza de Bane". En este número único, se nos contaba la historia de Bane, desde su nacimiento hasta su llegada a Gotham. Un personaje nacido para convertirse en la némesis del Batman de los 90, y creado única y exclusivamente para que destrozara, en cuerpo y alma, al bueno de Bruce Wayne.
Además, Scott Peterson dirigía las Bat-Oficinas por entonces con mano firme. Dos historias tan aparentemente inconexas como la mencionada y "La Espada de Azrael" (O'Neil / Quesada), se convertirían en piezas clave de la macrosaga que se avecinaba. Bane derrotaría a Batman y Jean Paul Valley (Azrael) se haría con el manto del murciélago.
Más allá de una historia que todos conoceís (o por lo menos, deberíais conocer), lo que quería reseñar era ese trabajo de Nolan. Fué el que que le dibujó moribundo en la acera derrotado por Bane, fue quién mejor retrató a Azbat (como suele conocerse al Batman encarnado por Azrael) y quién mostró el glorioso regreso de Bruce Wayne. Aún hoy en día, su Batman me parece uno de los mejores que se han hecho en la historia. Hablando de dibujantes regulares, claro, no a hot artists que hacen un número y se van. Sé que exagero, pero hay números que no tienen nada que envidiar a un Neal Adams (del que hereda mucho) o un Jim Lee. Ese ceño fruncido, esos pliegues de la capa, esa sonrisita chulesca, son detallitos que él hacía como nadie.
Trabajó con varios entintadores, principalmente con Scott Hanna y Bob McLeod. A elllos también les corresponde gran parte del mérito, porque viendo los lápices de Nolan, estaba claro que el entintador debía aportar gran parte del trabajo. Por eso los resultados con distintos entintadores eran tan diferentes. Los peores, sin lugar a dudas los de Bill Sienkiewicz. Son estilos tan distintos que no estaba bien mezclarlos. Lo único que hacía Sienky era ensuciar una lápices buenísimos. Pero sin lugar a dudas el mejor resultado pudo verse en los números 714 (A World For Burning) y 715 (Days of Fire), donde trabajó con Eduardo Barreto, otro gran dibujante. El dibujo de esos número es poco menos que excelente. En ellos, además, Dixon jugaba con uno de los personajes que más le gustaban, Firefly. Y es que a Dixon le gustaba utilizar villanos de segunda clase, maltratados por el tiempo pero que con él ganaron mucha personalidad. El mismo Firefly o la KGBestia son buenos ejemplos. También creó a algunos propios con mayor o menor acierto. Sí me gustaron algunos como Gearhead (un tipo mutilado que culpaba a Batman y que se había hecho extremidades de metal) o Lock-Up (no creía en el sistema de Justicia y capturó, encarceló y torturó por su cuenta a muchos villanos).
Dixon también hizo muchos números estupendos sin Nolan, claro está. Para muestra os digo uno sólo. Tal como anda el mercado es muy dificil que un sólo número de 22 páginas te impacte, pero el Detective Comics 726 lo consiguió conmigo. Tanto, que seguro que he sido la única persona en el grupo en transcribir de principio a fin un cómic.
En fin, que si alguna vez se deciden a recopilar todos estos años en algunos tomitos, no lo dejéis escapar, porque mereció mucho la pena.
¡Larga vida a Dixon y Nolan!
Azrael
NdA: Todas las imágenes son dibujos de Graham Nolan.
** Sigue el hilo en es.rec.comics aqui**
4 comentarios:
Pues nada, que sigo sin caer, y mira que suelo tener memoria para los cómics. El de Bane sé que lo tengo y no recuerdo ni una sola viñeta :(
Pues la primera imagen es de aquel cómic, es el primer encuentro entre Batman y Bane.
Comparto plenamente tu opinión de Dixon, La Venganza de Bane me gustó mucho, presentaba a un ersonaje sumamente interesante, lástima que con el tiempo se lo desaprovechó mucho convirtiendolo solo en una masa de músculos. Y cómo olvidar esas dos portadas (La de la Venganza de Bane y el Regreso de Bane). Pero lo de Dixon no se quedó sólo allí, sino que le dio forma al último gran personaje de la Batifamilia: Tim Drake, con la muy buena serie 'Robin'
Sí, su trabajo en Robin también es notable, pero creo que aún más el de Nightwing. Lo que está claro es que Dixon siempre será recordado por los fans de Batman.
Publicar un comentario