viernes, 28 de marzo de 2008

El Capitán América de Ed Brubaker

Después de leerse de una tacada los primeros números del Capitán América de Brubaker, hasta el 25, y después el correspondiente epílogo de la Civir War uno no puede estarse calladito. Tiene que soltarlo.

Pero como a estas alturas todo dios ya se ha expresado, y como no quiero decir lo que seguro otros ya han dicho, voy a intentar ser breve. Imagino que hablar de spoilers a estas alturas es bobada, pero avisados quedan ustedes.

No es el mejor cómic que he leído nunca. Ni siquiera está entre los mejores.

Pero se acerca. Joder, si se acerca.

Quizá es que lo empecé sin muchas expectativas. El Capitán América... ¡por favor! Uno de los personajes más simples y bobochorras de la casa. Sus poderes son ser más patriota y soltar mejores discursos que nadie. Su fuerza le viene por tomar mucha leche, dormir ocho horas y comer sano. Y amar mucho a su gran país. Pero mucho, mucho, oiga.

Llega Brubaker y, sin utilizar enemigos nuevos, sin reinventar al personaje, utilizando sin cortarse un pelo personajes del pasado y escenas de la Segunda Guerra Mundial, logra en unos pocos números que uno se sienta ya no atraído por el espíritu del personaje, sino que incluso le coge simpatía a su alter ego, Steve Rogers, más que por sus propios actos, por los actos de aquellos que le rodean, tanto amigos como enemigos. Este tipo es un condenado genio.

Quizá si hubiera leído el comic mes a mes no me habría gustado tanto. Tiene partes flojas, y el formato de "cuatro páginas y vas que te matas" se me hace interminable. Un tomo por cada historia, cada tres o cuatro números, sería perfecto.


¡Y eso que pasan cosas! La reaparición de Bucky, un concepto que me chirriaba como una cosa tonta, me ha parecido perfectamente bien llevada, incluso la gradual resurrección de Cráneo Rojo (aunque su hija es sosainas y tonta como la que más). Y qué decir de la muerte de Steve Rogers... incluso sabiéndolo, resulta impactante... y espero que definitiva.

El caso es que teniendo recientes páginas y acontecimientos, dejando que pasen rápido los dos o tres números más flojos, viendo el trabajo de más de dos años en conjunto... bueno, tengo que decir que:

a) Brubaker ha conseguido que me interese un personaje que no me gustaba lo más mínimo.

b) No sólo eso, sino que encima me ha dejado con ganas de releer la Civil War. No, si al final va a resultar que los Marvel Zombies tienen razón, y que la Civil War no se puede leer de forma aislada, sino que debe hacerse en conjunto con sus cienes y cienes de colecciones afectadas. Desde que he leído este Capitán América, la Civil War tiene más interés.

Mención especial para Steve Epting, el dibujero, que mezcla a la perfección el realismo con las espectacularidad. Los terroristas parecen terroristas, y los superhéroes parecen tipos realmente asombrosos por lo que hacen, y no por tener unos superpoderes del copón.

dso, que si le llegan a decir a su edad que le iba a gustar un comic del Capi América, no se lo cree ni borracho. Vamos anda. Y fijaté.

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