jueves, 19 de junio de 2008

Los comienzos de Torrezno (y más)

"Horizontes Lejanos",
de Santiago Valenzuela


Es muy loable la política que se sigue en nuestro país (véanse los premios del Saló) de aupar a promesas del comic patrio a la categoría de realidades cuando aún están verdes para ello. Loable porque hay que promocionar lo nuestro, y ayudar a los que empiezan, y tal. Pero también es engañosa, en especial cuando al lector le venden como autor maduro a quien sólo es un prometedor aspirante a autor maduro.

Si durante bastante tiempo he estado eludiendo a Valenzuela es precisamente por esa razón, por pensar que al igual que Solís o Durán, era un cachorro convertido en león de la noche a la mañana en virtud no a sus méritos, sino a la promoción de "lo nuestro".

Pero no me importa reconocer que me equivocaba. No me malinterpreten: a Valenzuela le queda camino por recorrer antes de cuajar totalmente como autor de comics (por ejemplo se muestra bastante torpe con la "banda sonora" de su obra, esto es, onomatopeyas y demás), pero ya tiene valores más que suficientes para ser considerado una realidad.

Pese a su aspecto cutre y feísta, estos "Horizontes", primer aventura de su personaje fetiche, el Capitán Torrezno (que en realidad es más un observador que otra cosa), es uno de los comics más imaginativos y brillantes que hayan surgido en España en la última década. Mezclando los elementos más dispares (desde Darth Vader al Vaticano pasando por Gengis Khan) , Valenzuela crea una geografía mítica tan irónica como repleta de sorpresas que produce estupor al principio pero acaba enganchando sin remedio. Muy, muy recomendable.

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"Venecia: Triple Juego"
Trondheim y Parme

Tan simple como simpático. Un cómic que demuestra que la línea clara de toda la vida en la onda Spirou o Lucky Luke, mezcla de humor blanco y aventura, sigue teniendo cabida en el panorama actual.

La historia, con un limpio, detallista y clásico dibujo de Parme, transcurre en el siglo XVI y tiene por protagonistas a dos jóvenes, un pintor y una cantante , que recalan en Venecia para cumplir una misión de espionaje para sus respectivos países, Francia y Alemania. Ambos llevan una doble vida: De día asumen sus respectivos trabajos cotidianos y de noche se convierten en justicieros, enmascarados o no (sus nombres de batalla son "El Aguila" y "El Escorpión") para realizar sus actividades como agentes secretos.

El eje del relato es la paradoja de que ambos protagonistas (cada uno de los cuales desconoce la identidad secreta del otro) sienten una gran atracción mutua en su rol nocturno, mientras que se odian a muerte en el diurno. Esto es, ninguno de ellos sabe que el "Superman" que tanto le atrae por las noches es también el "Clark Kent" al que no puede ver ni en pintura por el día. El gran fallo del álbum es que esa situación es unitaria y apenas evoluciona durante todo el mismo, y si se prolonga en el segundo (la aventura es independiente pero constituye la primera de una serie) la monotonía y el aburrimiento son inevitables.

De momento Trondheim (guionista) se las arregla para salvar el tipo gracias a los divertidos disparos verbales que se propinan a cada momento los odiados "Kents" y las correrías que ambos realizan cuando se transforman en "Supermanes", lo que da un album entretenido, en absoluto imprescindible, pero con cierto encanto. Ya veremos si en el futuro acaba de cuajar.

ACEGE

Publicado en es.rec.comics el 15/05/2004

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