viernes, 16 de mayo de 2008

Male Call, de Milton Caniff

Durante la Segunda Guerra Mundial, al no tener el físico necesario para combatir, Caniff intentó poner su granito de arena escribiendo y dibujando una serie que se publicaba en varias publicaciones militares. Al principio la protagonista era Burma de "Terry y los piratas", pero por problemas de derechos tuvo que hacerla desaparecer de la serie. Así, en la primera tira del tomo publicado por Simon and Schuster, unos soldados lamentan la marcha de la pirata rubia, y se consuelan pensando que aún podrán verla en los periódicos. Inmediatamente llega al cuartel una tal Miss Lace, que será la protagonista de la serie hasta el final.

Male Call es una tira de prensa poco convencional. Principalmente es una tira de humor, porque tanto Caniff como Miss Lace intentan que la vida de los soldados sea un poco más llevadera. Con un público tan concreto, es fácil que al público general le dejen fríos muchos chistes (como pasa en series como Joe Bar), y además no se trata precisamente de humor de vanguardia (la mitad de los gags consisten en que el vestido de Miss Lace deja ver más de lo que debería), pero a pesar de tener 60 años sigue haciendo reír. Vistos hoy en día los chistes son mucho más inocentes que los de "Pin-Up", aquella semi-parodia de Yann, pero aún así parece que Caniff tenía mucha más libertad que sus colegas de la prensa civil. Eso sí, el que la traduzca al Castellano se habrá ganado el cielo.

La tira es, además, y ahora que menciono la serie de Yann y Berthet, una excusa para dibujar chicas, algo que para Caniff evidentemente no es un problema, y muchas tiras son en realidad un desfile de modelos de papel. Al final de una de ellas una de las chicas pregunta al lector si todavía quiere un chiste.


Y por último, además de hacer reír a los militares y alegrarles la vista, el propósito de Male Call es enseñar. En sus páginas, los soldados explican a Miss Lace una serie de datos útiles, como reconocer distintas insignias. También hay propaganda, claro, a veces bienintencionada (como los chistes a costa de los civiles) y a veces no tanto (los japoneses no salen muy bien parados, claro). Y no todo es alegría en Male Call, como en la tira en que, años después de la guerra, un veterano mira al vacío mientras su hijo le pregunta por la Guerra del Pacífico. Los dos últimos peñazos de Clint Eastwood resumidos en una viñeta.


Resumiendo, un cómic algo complicado de leer, pero muy interesante por el contexto en que se publicó, además de divertido, y con un dibujo absolutamente genial. Probablemente acabará reeditándolo alguien un año de estos.

Dreebo.

2 comentarios:

Acege dijo...

Aún se ve por ahí el album que publicó Toutain hace años, pero quizá la reedición americana (completa, además) suscite como dices una nueva edición hispana.

Coincido contigo en la apreciación : Evidentemente "miss Lace" (como se llamó aquí) no es "Terry" ni mucho menos "Steve Canyon", pero al igual que ocurre con los comics militares de Eisner, hay que tener en cuenta cual era su función prefijada y quienes eran sus destinatarios. En ese aspecto, el comic es perfecto como soplo erótico de ánimo para quienes lo leían a muchos kilómetros del hogar, y aunque su gracia es más bien dudosa y repetitiva, el dibujo de un Caniff en plena madurez no admite reproche alguno.

Acege

Dreebo dijo...

Hay más movimiento en el blog que en el foro XD

Yo de Caniff sólo tengo los 2-3 primeros años de Terry, y el dibujo de Male Call está mucho mejor. Para llegar a Canyon me queda un rato...