En 1983, la mítica revista "Tintin" editó un suplemento especial de homenaje a Hergé con motivo de su fallecimiento, que acaba de caer en mis manos. Junto a algunos conmovedores artículos de compañeros como Greg o De Moor, y un buen número de fotos merecedoras de escaneo (si mi escáner no descansara en paz para los restos), figuraba en el suplemento una curiosa encuesta entre 44 figuras del comic francobelga para saber cual era su album preferido de Tintin.
Aunque bastantes de los encuestados no contestaran a la pregunta (Uderzo o Greg, por ejemplo, se confiesan incapaces de elegir una historia a otra, ya que consideran el canon tintinesco como un todo), y otros manifestaran su escasa afinidad con Hergé (Gotlib indica que su verdadera influencia es Franquin, y Rosinski, el de "Thorgal", que en su Polonia natal nunca supo de la existencia de Tintin, al que sólo descubrió ya tardíamente cuando se instaló en Bélgica), indico aquí como curiosidad las preferencias tintineras de algunos nombres ilustres citadas en dicha encuesta :
Cosey ("Jonathan", "Saigon-Hanoi") : "Tintin en el Tibet"
Bob De Moor ("Barelli", "Oscar y Julián") : "Las 7 Bolas de Cristal" / "El Templo del Sol"
Derib ("Buddy Longway") : "Las 7 Bolas de Cristal" / "El Templo del Sol"
Dutcheau ("Ric Hochet") : "El Loto Azul"
Franquin ("Spirou") : "El Secreto del Unicornio" / "El Tesoro de Rackham el Rojo"
Fred ("Philemon") : "La Oreja Rota"
Moebius ("El Garaje Hermético") : "Tintin en el Tibet"
Hermann ("Jeremiah", "Bois-Maury") : "La Isla Negra"
Peyo ("Los Pitufos") : "El Loto Azul"
Tabary ("Iznogud") : "Aterrizaje en la Luna"
Tibet ("Ric Hochet") : "El Cetro de Ottokar"
Walthery ("Natacha") : "El Cangrejo de las Pinzas de Oro"
2 comentarios:
Uno de mis sueños utópicos es releerme Tintín. Pero siempre que pienso en él me viene a la memoria "El Cangrejo de las pinzas de Oro.
Uno de los mios es leermelo por primera vez.
Siempre le he tenido mucha manía. Aunque cuando era ñajo no existían los conceptos de gafapasta y pijamero, era sabido que los empollones leían a Tintín y los niños normales y sanos leíamos a Asterix, que era lo mas parecido a un superheroe que se podía encontrar en las bibliotecas.
A medida que empiezo a dejar atrás la primera adolescencia voy teniendole mas ganas a Tintín. Algo tendrá el espantajo ese para gustarle a tanta gente. Supongo que una colección ofertada en una tienda de segunda mano o un coleccionable a un precio económico como el que hicieron con Lucky Luke o Los Pitufos podrían ser el espaldarazo definitivo.
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