Sandman Mystery Theatre es una serie estadounidense creada por Matt Wagner y publicada por Vertigo Comics, el sello de DC Comics, dirigido a un público adulto, de la que aparecieron 70 números entre 1993 y 1999. En los guiones, además de Wagner, participó Steven T. Seagle. La realización gráfica de la serie corrió a cargo de varios dibujantes, entre los que destacan Guy Davis, John Watkiss y R.G. Taylor.Las opiniones en cuanto a su calidad son variadas, así que hemos querido destacar aquí alguna de las más favorables y la más favorable.
Esto nos comentaba Spiff al respecto:
A mí me gusta.
Y es que esta serie consigue, dentro de una estructura fija asentada en los cuatro o cinco puntos clásicos (que es lo mismo que decir tópicos) del género detectivesco (un asesino, un enigma, un detective, un policía soplón, etc.) y de los superhéroes (un millonario que es un enmascarado, una novia que es hija del comisario, una ciudad que es su territorio, etc.), dos cosas de mucho mérito: generar una atmósfera de peligro constante, abstracto (mucho más notorio e importante que el peligro definido del "malvado" de cada arco argumental), y hacer evolucionar un personaje y su entorno de una forma absolutamente natural y lógica (sólo hay que ver cómo avanza la historia de amor entre la parejita protagonista en muy pocos números); es decir, consigue dentro de los patrones de lo "de siempre" lo que "casi nunca" vemos en los cientos de series de este estilo.
Es verdad que su estructura hace que algunas historias estén muy estiradas y otras resueltas con excesiva rapidez, pero tampoco creo que el fuerte de la serie sea el misterio, la resolución de un enigma, la captura de un malvado. En ese sentido quien quiera historias detectivescas evidentemente saldrá defraudado.
También es verdad que quien quiera una nítida visión sobre los USA de la época saldrá defraudado, pero, como digo, creo que la ambientación opresiva, agobiante, aberrante (l-kjaer dixit) que seguro que se podía palpar en esos tiempos está muy bien conseguida (y en contra de lo que opina la mayoría creo que el dibujo es muy acertado para conseguir ese objetivo).
No es que sea una nueva maravilla para guardar bajo llave, más que nada porque no tiene ningún atisbo de genialidad, ningún giro especialmente sabroso ni ninguna escena antológica, pero tampoco la considero otro simple intento fallido de lo de siempre. Está hecha con el suficiente oficio y conocimiento como para que sea algo interesante a tener en cuenta.
ACEGE, con su singular sentido del humor, discrepaba con las siguientes palabras:
A mí me gusta.
Y es que esta serie consigue, dentro de una estructura fija asentada en los cuatro o cinco puntos clásicos (que es lo mismo que decir tópicos) del género detectivesco (un asesino, un enigma, un detective, un policía soplón, etc.) y de los superhéroes (un millonario que es un enmascarado, una novia que es hija del comisario, una ciudad que es su territorio, etc.), dos cosas de mucho mérito: generar una atmósfera de peligro constante, abstracto (mucho más notorio e importante que el peligro definido del "malvado" de cada arco argumental), y hacer evolucionar un personaje y su entorno de una forma absolutamente natural y lógica (sólo hay que ver cómo avanza la historia de amor entre la parejita protagonista en muy pocos números); es decir, consigue dentro de los patrones de lo "de siempre" lo que "casi nunca" vemos en los cientos de series de este estilo.
Es verdad que su estructura hace que algunas historias estén muy estiradas y otras resueltas con excesiva rapidez, pero tampoco creo que el fuerte de la serie sea el misterio, la resolución de un enigma, la captura de un malvado. En ese sentido quien quiera historias detectivescas evidentemente saldrá defraudado.
También es verdad que quien quiera una nítida visión sobre los USA de la época saldrá defraudado, pero, como digo, creo que la ambientación opresiva, agobiante, aberrante (l-kjaer dixit) que seguro que se podía palpar en esos tiempos está muy bien conseguida (y en contra de lo que opina la mayoría creo que el dibujo es muy acertado para conseguir ese objetivo).
No es que sea una nueva maravilla para guardar bajo llave, más que nada porque no tiene ningún atisbo de genialidad, ningún giro especialmente sabroso ni ninguna escena antológica, pero tampoco la considero otro simple intento fallido de lo de siempre. Está hecha con el suficiente oficio y conocimiento como para que sea algo interesante a tener en cuenta.
ACEGE, con su singular sentido del humor, discrepaba con las siguientes palabras:Lamento no coincidir con Elk y Spiff (aunque sí con Dreebo), pero voy a ahorrar tiempo : Esta hijaputa es mala. Era mala cuando la publicaba Norma y me compré los dos primeros arcos ("La Tarántula" y "La Cara", creo que se llamaban ; desgraciadamente, no puedo ir al vertedero municipal de mi localidad a comprobarlo), y sigue siendo mala cuando cometí el error deLamento no coincidir con Elk y Spiff (aunque sí con Dreebo), pero comprar otros dos que ahora he sacado de la pila, ya editados por Planeta. Lo cual resulta especialmente irritante porque las fuentes de las que bebe Wagner (que no son tanto el desgraciado personaje de la golden age del mismo nombre como el pulp y el cine negro americanos de los años 30) me resultan especialmente afines, de ahí que me arriesgara a hacer el gasto.
Pero es imposible vencer el handicap de un protagonista tan funesto (una especie de Juan Echanove miope que va por ahí haciendo el tonto con una pistola de gas soporífero, aunque para lo que le sirve bien podrían ser bombas fétidas) como su insufrible novia, algo así como ver a la Florinda Chico con 25 años dándoselas de chica de la alta sociedad, porque papá es fiscal, o jefe de policía, o no se qué coño.
Por otro lado, Wagner está tan ocupado metiendo elementos tan morbosos como superfluos en su trama (¡Oh, lesbianismo psicótico! ¡Qué adulto, qué atrevido!) que se olvida de las claves del mítico género al que se abraza : Personajes carismáticos, ausencia de rollo superfluo y mareo de la perdiz (como el que emplea cuatro comic books para lo que ápenas da para dos), recreación de ambientes misteriosos y atmósferas seductoras, tramas misteriosas (en las que no se adivine la identidad del criminal leguas antes de que lo haga el pánfilo del héroe) y toques de audacia despendolada (cortesía pulp) del cual aquí sólo se vislumbra uno : Preguntarse que pasaría si le diéramos al Zorro un látigo emponzoñado. En lugar de eso, tenemos una birria insufrible que no recomendaría ni a mi peor enemigo ; así que ustedes mismos.
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